Final para un poema que comenzó en una mano
Algunos versos nacen como promesas
en las manos de las flores.
A veces son sólo flechas
señalando al verdadero poema.
Es la ruta de la divinidad
en una sola línea
a un solo tiempo
a una sola tinta.
Siempre tuviste ese aire de lontananza
de nostalgia de museo a media tarde
de montaña que se fuga de la urbe.
Saberte ahí esperando,
en tu labor de Penélope,
en tu mobiliario de chocolate;
es como saber de la bondad de los escorpiones
Y este mundo alacrán
es tan terriblemente cotidiano
tan cotidianamente terrible
que ya sólo puedo desear
que te aparezcas siempre,
a cada momento,
en todas las hojas del calendario.
5 Comments:
Yo sé del tañido de una campana
que aparece siempre
en mis amaneceres más frios.
Quiérote Alacrán.
Con todo y veneno.
Dònde andaba, ustè? Me da gusto que estès de regreso. Un fuerte abrazo.
Oye. No se cuando, pero espero sea pronto, voy a tener un exposiciòn en Saltillo, luego nos ponemos de acuerdo para echarnos unos pomos allà. Te late?
Algunos poemas comienzan en las manos, otros en los ojos y algunas excepciones, como los tuyos comienzan y llegan al corazón.
Admiro tus escritos, llegué aqui desde "Las sombras de la luz" y ha sido una de mis mejores consecuencias.
No puedo evitar al leerte imaginarte el cigarro en tus manos, depositandolo en el cenicero y siendole infiel con las teclas de tu computadora.
Un saludo muy caluroso desde México. Ha sido un placer leerte. Si un dia tienes tiempo te invito a pasearte por mis letras:
http://breveternidad.blogspot.com/
Ya nos veremos. Un beso.
Aline
Ya te auto-secuestraste?
un poema muy bueno, con imagenes conmovedoras, sobre todo para los ke andamos todavia entre alacranes. sigue siendo un enorme placer leerlo.
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