martes, junio 27, 2006

Bendita eres entre todas las mariposas

Te has ido con esa lentitud de paloma con la que llegaste un día.
Los sábados de aquel entonces eran ligeros y afinados
y no había domingo sin pecado ni doloroso misterio:
Benedicta tu in papilionibus
y bendito el fruto de tu muerte sin cruz…

Con un “si” nos lo hemos negado todo
un vaso de agua, un beso, unas vacaciones
un encuentro final para mis ojos miedosos
y tus ojos medusos.

Balbuceante,
los cines, los perros y las catedrales
me miran de reojo.
Solo con mi solo de labios
años luz de tu contrapunto.

Habrá que abortar la caricia corazón…
porque alguien sembró una carretera entre nosotros.

Y ya no quiero volver a los libros de geografía
porque te lloro siempre en la capital de Bélgica
en la lista de países escandinavos.

En cada toc-toc de la puerta llega tu nombre.
Yo soy el pararrayos de tus memorias
-que vienen a mi como un crescendo
de cuchillos en el pecho-
y recuerdo entonces, que una vez coexistimos
sin avisarle al mundo.

2 Comments:

At 12:53 a.m., Anonymous Anónimo said...

me da verguenza admitirlo, pero no se a quien te refieres en tu poema, a mi parece que hablas con tu corazon pero no estoy segura, despues platicamos te parece.

En lo generqal me parece con una ligereza muy firme y profunda.

 
At 10:20 p.m., Blogger Mystic Zaga di Gala said...

Hacen falta algunas pausas... algunas de esas... no sé... sensaciones de tener un verdadero nudo en la garganta.

Todo está muy fluido para la manera en la que estás invadiendo el tema... quizá un poco más de sigilo y suspenso le aumentaría un poco de intensidad. Variación en las puntuaciones quizá... buscar algunos sinónimos que no sean rebuscados y dar un giro vertiginoso en la intensidad.

De cualquier manera, tienes magia en esos dedos... espero que pronto regrese a ti.

Bueno, si lo logrè una vez, puedo hacerlo dos... si logro hacer cantar a las piedras, a ti podrìa hacerte gritar.

 

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