Ave fénix
Ven ave fénix,
siembra de nuevo tus garras
en un ceniciento montículo
y sea tu nacimiento anunciado
por los filos del alba.
Ven y ¡Encárnate!
Dale salud al doliente universo,
sálvalo de su gélida enfermedad.
Luego regresa a visitarme aéreamente,
nocturnamente enardecidamente.
Ven y ¡Cánsate!
Recuesta en tu lengua
un carbón de pan
y lame tu eterno brebaje
de sangre volcánica.
Ven y ¡Aliméntate!
Con tu alada manera de existir
incendia nuestra epidermis de estratósfera
y vuélvenos sirios humanos.
Tú, perpetuo pájaro piromaniaco.
Ven y ¡Tócanos!
Apuntala tus gritos
a nuestra senda auditiva
y háblanos de Mictlan
y sus encantos mortuorios.
Ven y ¡Cántanos!
Ven ave fénix:
Encárnate, cánsate, aliméntate.
Ven, tócanos y cántanos tu coro de lumbre.
Venga a nos tu infierno
oh fogata emplumada,
y piensa que alguien te llama
en cada fósforo encendido.
Imágen: Phoenix rising por Julia Ecklar